Traficantes de información: la importancia estratégica de democratizar el sistema de medios
El derecho a la información se encuentra gravemente amenazado. Los grupos industriales y financieros han extendido su dominio sobre los grandes medios de comunicación privados y han hecho de la información una mercancía más, sometida a las reglas del mercado. De forma paralela, las administraciones central y autonómicas, en manos de la derecha, han recortado a los medios públicos los recursos necesarios para ejercer la función de servicio a la sociedad; han promovido un repartimiento sectario de los permisos de emisión en beneficio de los grupos privados; y han reformado las leyes para convertir a las radios y las televisiones públicas en correas de transmisión de los gobiernos. Esta concentración de los medios y de los recursos tecnológicos conduce a una exclusión de la ciudadanía de los circuitos informativos; a la unilateralidad de las informaciones; a la marginación de las voces críticas con el poder; a la confusión de lo que es información, espectáculo y entretenimiento; y a la uniformización y empobrecimiento culturales.